Fiambalá, Catamarca – En un nuevo episodio de controversia, la empresa Zijin-Liex vuelve a estar en el centro de la tormenta.

No es la primera vez que la compañía minera enfrenta acusaciones de contaminación, evasión fiscal y violación de leyes laborales en la región. Sin embargo, la situación actual ha alcanzado un nivel de gravedad sin precedentes, con una ola masiva de despidos y rescisiones de contratos que afecta a las comunidades y empresas locales.

En medio de la crisis económica más aguda de los últimos tiempos, Zijin-Liex ha tomado la drástica decisión de despedir a trabajadores locales y traer personal extranjero, principalmente de origen chino, para ocupar sus puestos. Este movimiento ha generado una indignación generalizada entre los habitantes de Fiambalá y zonas aledañas, quienes ven cómo sus oportunidades laborales se desvanecen ante la indiferencia de las autoridades.

La comunidad se siente abandonada por los políticos y gremialistas, quienes, según denuncias, no solo han hecho la vista gorda ante estos hechos, sino que en algunos casos han sido fotografiados en situaciones amigables con los responsables de la empresa. Esta complicidad implícita ha sido percibida como una traición por aquellos a quienes se supone deben representar y proteger.

Este medio intentó en reiteradas ocasiones contactar a Verónica Edith Soria, Ministra de Trabajo, Planificación y Recursos Humanos del Gobierno de Catamarca, sin obtener respuesta. Su silencio ante esta crisis laboral agrava aún más la percepción de desamparo entre los afectados.

Además, el papel de la Cámara de Proveedores Mineros de Catamarca ha sido cuestionado. La entidad ha permitido la adjudicación de contratos a empresas con trayectorias dudosas y estatutos societarios cuestionables. Entre estas se destacan Audes, Aedificat y Altcaly, siendo esta última disuelta antes de iniciar operaciones debido a un escándalo mediático que involucraba a familiares de altos funcionarios del gobierno catamarqueño.

Una fuente confiable, que ha solicitado mantener su identidad en reserva, ha informado que mañana, 5 de julio de 2024, se espera la llegada de al menos 60 trabajadores chinos ilegales a la planta de Fiambalá de Zijin-Liex, ingresados desde Bolivia. Estos nuevos empleados reemplazarían a los habitantes locales, profundizando aún más la crisis laboral en la región.

Dejamos constancia de que un equipo de periodistas que se encuentra trabajando en Fiambalá fue perseguido y amedrentado durante sus tareas de campo, lo que añade una capa adicional de preocupación sobre la situación en la zona.

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